Vivimos en la era de la información, eso es algo que todos sabíamos. Pero ¿hasta qué punto podríamos decir que hemos pasado a estar «sobreinformados»?
Desde Tecno Sport, y aprovechando el Día de la Mujer, vamos a desmentir varios mitos sobre el entrenamiento en el sexo femenino, porque nuestra misión es acabar con todo ese ruido y desinformación para que todas las mujeres puedan entrenar con la seguridad de que están haciendo las cosas bien.
“El entrenamiento con pesas te hará tener una figura demasiado voluminosa y poco femenina”.
Falso.
Partiendo de la base de que nadie debería decidir lo que es femenino y lo que no, se trata de una afirmación un tanto utópica ya que ganar volumen es un proceso que requiere mucho tiempo, esfuerzo y dedicación. No solo implica un entrenamiento pautado, sino una dieta específica en la que ingieras más calorías de las que gastas, entre otras cosas. Ganar volumen es un proceso lento y sacrificado, donde además entra en juego la testosterona. Se trata de la hormona responsable del aumento de masa muscular. Está presente en hombres y mujeres, pero en el caso de las mujeres en cantidades mucho más bajas.
Está claro que ganar masa muscular es más complicado para las mujeres.
Combatir los estereotipos de género.
¿Qué significa «femenino»? ¿Significa lo mismo ahora que hace 50 años? ¿Y significará lo mismo dentro de otros 50? Nuestra sociedad está cambiando y el concepto «belleza» poco o nada tiene que ver con unos cánones estéticos inmutables atados a unas mochilas repletas de roles de género que las mujeres llevamos cargando desde hace siglos.
El momento en el que varias mujeres se alejan del deporte por la presión sufrida en cuanto a la creación de un cuerpo “poco atractivo”, es el instante perfecto para darse cuenta que algo estamos haciendo mal como sociedad (aunque estaría mejor no tener que llegar a ese extremo). La revolución del cuerpo ha llegado, y con ella el momento de desafiar los cánones de belleza y romper todos aquellos límites que nos han frenado durante tanto tiempo.
No podemos obviar que el entrenamiento de fuerza presenta múltiples beneficios que van mucho más allá de lo estético, por ejemplo aliviar el estrés y el aumento de los niveles de energía a través de la liberación de endorfinas. Además también ayuda a reducir el riesgo de enfermedades del corazón y a preservar la masa muscular y ósea durante el envejecimiento.
“Las mujeres no deben entrenar pecho porque sino reducirán su tamaño”.
Un clásico. Y falso, ¿quién no ha pensado alguna vez que entrenar mucho el pectoral reduce el tamaño del tejido mamario?.
Este mito nace de las imágenes de culturistas y competidoras con poco pecho. Es importante saber que las glándulas mamarias están por encima de los músculos del pectoral y están formadas básicamente por depósitos de grasa. Con lo cual, nada tiene que ver la tonificación muscular del pectoral con estas fibras grasas.
Cuando bajan los niveles de grasa (como en el caso de las culturistas que compiten con porcentajes de grasa corporal extremadamente bajos) también lo hará el pecho, pero en nada afectará a los pectorales que por el contrario su función es la sujeción de estas glándulas mamarias.
Sin embargo, sí podemos decir que ejercitar el pecho tiene muchos beneficios, ya que se trata de un grupo muscular de gran relevancia. Cuando trabajamos pecho, también fortalecemos otros de forma secundaria: hombros, tríceps y bíceps, cintura escapular, entre otros.
No caigamos en desatender ciertos músculos, ya que todos conforman la pieza entera del cuerpo.
Las rutinas de «tonificación» para mujeres.
Mujeres y hombres poseemos diferentes características biológicas que nos condicionan, pero eso no significa que por regla general haya rutinas específicas que abarquen a todas las mujeres. De hecho estas diferencias fisiológicas son bastante irrelevantes para un atleta no profesional que no se encuentra en un ámbito de alta competición.
Lo importante de una rutina es que se adapte no solo a los objetivos deportivos, sino a su vida personal y necesidades. Las mujeres somos extraordinariamente diversas y existe mucha tendencia a agruparnos en un mismo saco en el que se da por hecho que todas buscamos/necesitamos lo mismo.
En parte esto también es consecuencia del mito más dañino del entrenamiento en mujeres, «no ganes músculo, tonifícalo», lo cual es una incongruencia. Lee nuestro artículo sobre la masa muscular para entenderlo mejor.
En conclusión: los músculos son los mismos, los órganos son -casi- los mismos, y salvo matices, la forma de perder grasa y ganar músculo es prácticamente idéntica… pero se venden cosas distintas a cada sexo. ¿La razón? De nuevo: mitos y falacias, muchas veces perpetuados por una industria del fitness a veces algo anclada en el pasado, y que desde Tecno Sport queremos contribuir a renovar.
“Si quieres perder peso la mejor opción es hacer cardio”.
Realmente el entrenamiento de fuerza es más eficaz a la hora de perder peso que el cardio, esto no significa que el cardio no sirva de nada o que no te ayude a la quema de grasas. El problema es creer que una cosa sustituye a la otra, cuando lo que hacen es complementarse.
De hecho, el entrenamiento de fuerza consume más energía que la mayoría de deportes y eso hace que aumente el consumo de oxígeno en el cuerpo y por tanto de energía.
Además, cuanto mayor sea la masa muscular, mayor será el metabolismo basal de tu cuerpo.
“Una buena forma de medir tus progresos es ir controlando el peso”.
Falso. Esta es una de las afirmaciones más peligrosas.
La báscula no sirve.
Medir los progresos con una báscula es una mala idea: el peso corporal es un número que fluctúa constantemente, incluso en un mismo día puede variar hasta 2 kg. Hay muchos factores que pueden influir en tu peso, como la ingesta de alimentos, las deposiciones, la retención de líquidos o los cambios hormonales.
Si solo tienes una báscula.
Existen otros mecanismos y herramientas mucho más eficaces que la báscula para medir el progreso de nuestros entrenamientos y el porcentaje de grasa corporal en nuestro cuerpo. Pero tienen un coste elevado.
¿Solo tienes acceso a una báscula? Pésate varias veces a lo largo de la semana (en distintos momentos del día) y haz la media: será una cifra más acorde a la realidad que una única medición descontextualizada.
El problema de la obsesión con un «peso ideal».
No podemos olvidar que el deporte/ actividad física, es una herramienta para mejorar nuestra salud, pero dejará de serlo en el momento en el que afecte a tu salud mental. La obsesión nunca tendrá justificación en ningún ámbito de tu vida: los trastornos de conducta alimentaria son la primera causa de mortalidad por enfermedad mental en la adolescencia y en los últimos años han afectado a más de 400.000 personas en España.
Tu mejor versión es cuando te quieres a ti mismo. No te obsesiones, no te compares y pide ayuda si la necesitas, eso no te hace débil.