Centrarse en cómo perder peso rápidamente puede llevarnos a perder otra cosa; la cabeza.
Vivimos en una etapa marcada por la gran cantidad de información que tenemos a nuestro alcance, cosa que muchos aprovechan para intentar hacer pasar como válidos diferentes métodos para perder peso, dietas mágicas, o ejercicios que prometen un cuerpo escultural con poco más que levantarte del sofá 5 minutos.
SPOILER: No funcionan.
La composición corporal y el aspecto físico de cada uno, son un mundo. Un mundo que debe explorar un profesional con conocimientos y una clara hoja de ruta con una meta bien marcada, tu salud.
La dictadura de la báscula ¿Por qué nos seguimos subiendo a la pesa?
Hoy en día sabemos que ligar la salud de una persona únicamente a la cifra que marca una pesa, es un grave error. Nuestro peso es una variable más que sirve para evaluar el estado general del paciente, pero carece de sentido si no se hace una evaluación completa del individuo teniendo en cuenta otras muchas igual de relevantes.
La báscula puede ser una herramienta útil para realizar la evaluación y seguimiento de los objetivos del paciente siempre que se complemente con otras pruebas y exámenes, pero nunca debe ser la única fuente de datos para reflejar el progreso.
Un verdadero profesional es consciente de que para hacer un correcto análisis del estado de salud de un paciente, es necesario aplicar un enfoque global y utilizar otras herramientas y mediciones para tener una imagen clara y real de su composición corporal.
No podemos pasar por alto lo adoctrinados que estamos como sociedad para vivir sometidos a lo que nos dice la pesa cuando, en realidad, obsesionarnos con perder peso rápidamente puede tener consecuencias enormemente graves para la salud, tanto física como mental.
El peso de la báscula en el desarrollo de un TCA
Un TCA (trastorno de la conducta alimentaria) es, como su propio nombre indica, un trastorno que afecta a nuestra relación con la comida.
Este trastorno se puede presentar en diferentes formas y con múltiples síntomas, dependiendo de cómo afecte a cada uno en cuanto autopercepción y distorsión de la imagen corporal.
Cuando alguien se ve afectado por un TCA experimenta conductas negativas respecto a la comida, como llevar a cabo dietas imposibles, restringir las ingestas al máximo, darse atracones…
Pero el TCA no entiende de kilos, su campo de batalla son las mentes. Si el conjunto de la sociedad, la publicidad, las redes sociales e incluso algunos profesionales que emplean técnicas obsoletas, nos bombardean con mensajes que relacionan nuestra valía como individuos con lo “ideal” de nuestro peso, terminan por aparecer trastornos como los descritos, arruinando nuestra relación con la comida.
La salud más allá de los cánones y las tendencias
No son pocos los que siguen enrocados en la idea de que para que una persona goce de salud, debe tener ciertas medidas o proporciones. Pero ¿quién establece esas medidas?, ¿qué datos relacionan tales proporciones con un nivel óptimo de salud?
La realidad es que hay personas sanas, independientemente de cómo esté constituido su cuerpo. Las proporciones importarán cuando estas interfieran en la calidad de vida y salud de dicha persona.
Curiosamente, a muchos parece preocuparles la “carga económica para la sociedad” que suponen las personas con cierto grado de obesidad, pero sus corazones se ablandan cuando hablamos de los problemas que sufre el otro extremo de los trastornos alimenticios, tales como la anorexia o la bulimia.
Cuando estas personas utilizan el pretexto de los gastos que dichas enfermedades suponen a las arcas del estado, ¿se han acordado de hablar de aquellos que generan los actos socialmente aceptados como el tabaquismo o el consumo de alcohol?
No debemos consentir que se juzgue a nadie por su peso, ni dar consejos no solicitados. Más aún si tenemos en cuenta que absolutamente todos en alguna ocasión, hemos remado en contra de nuestra propia salud con excesos o malos hábitos.
Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra.
Los estándares de belleza: un arma cargada y sin seguro
Hay ciertas preferencias en la vida que dependen de cada persona. No a todos nos gusta la playa, o la tortilla con cebolla, pero lo importante es que te guste si eres TÚ el que está eligiendo su destino para las vacaciones o decidiendo el menú del día.
No se puede generalizar en un concepto subjetivo como la belleza y es necesario poner el foco en estos mensajes tan dañinos, que han provocado y provocan tanto daño en las personas haciéndonos creer que debemos tener un peso y unas formas establecidas por vete tú a saber quien.
Si ni siquiera la pizza le gusta a todo el mundo, ¿cómo puede haber una estándar de cuerpo que agrade a todos? Es una comparativa muy básica, pero útil para mostrar lo ridículo que resulta seguir defendiendo ideas del siglo pasado.
Y lo más importante, tu cuerpo no tiene que agradar a nadie más que a ti. Busca y prioriza tu propia validez antes que la de cualquier otro.
La genética, este “pequeño detalle” del que se olvida la báscula.
La genética desempeña un papel crucial en nuestra composición corporal y salud. Nuestros genes son responsables de la forma en que nuestro cuerpo procesa y utiliza los nutrientes, regula el metabolismo y responde a la actividad física y el estrés.
Esto significa que algunas personas pueden tener una predisposición genética a tener un peso saludable y una buena salud, mientras que otras pueden ser más propensas a la obesidad y enfermedades crónicas. Al comprender nuestra genética y entender nuestro cuerpo, podemos tomar las medidas necesarias para maximizar nuestra salud.
La genética también es importante en la investigación y el desarrollo de tratamientos médicos personalizados y en la identificación de factores de riesgo genéticos para enfermedades hereditarias.
En resumen, olvidarnos de valorar el gran papel que juega la genética en el tipo de cuerpo que tenemos, es un error que desemboca en muchos quebraderos de cabeza para las personas que sufren con su imagen o salud.
Medir grasa, peso y composición corporal
Que no te engañen, no son lo mismo ni los datos que obtenemos tienen la misma validez o utilidad.
La medición de la composición corporal es una parte importante del cuidado de la salud. Tradicionalmente, se ha utilizado la medición de peso como un método simple de evaluación de la salud y el bienestar, pero no es suficiente para proporcionar una imagen completa del estado de una persona. La medición de la grasa y la composición corporal son opciones más precisas que pueden proporcionar información valiosa para la toma de decisiones en la mejora de la salud del paciente.
La medición del peso es un indicador simple de la masa corporal total de una persona. Esta medida no diferencia entre la masa muscular, la masa grasa o la masa ósea. Por lo tanto, la medición del peso puede ser útil como una medida inicial, pero no es suficiente para evaluar la salud general y la composición corporal de una persona.
La medición de la grasa corporal es una medida más precisa que proporciona información sobre la cantidad de grasa que tiene una persona en su cuerpo. Esta puede ser útil para determinar el riesgo de enfermedades crónicas, como la diabetes y enfermedades del corazón, ya que el exceso de cierto tipo de grasa en el cuerpo se ha relacionado con estas condiciones. Sin embargo, la medición de la grasa corporal no proporciona información sobre la masa muscular y ósea, variables que también son muy importantes para la evaluación de la salud.
Lo que nos deja con la medición de la composición corporal. Actualmente es la herramienta más precisa para evaluar la salud y la composición corporal de una persona. La composición corporal puede ser útil para determinar si una persona tiene una cantidad saludable de masa muscular y grasa en el cuerpo. Además, también ayuda a evaluar el riesgo de enfermedades crónicas y orientar las decisiones orientadas a mejorar la salud y el bienestar de una persona.
Los datos, la herramienta básica para determinar la composición corporal
En la actualidad, disponemos de las herramientas suficientes como para tener una comprensión precisa de la composición corporal que ayude a medir el estado de salud y el bienestar de las personas. La medición de la composición corporal no se limita a la simple medición del peso, sino que debe incluir diferentes métricas que proporcionen una imagen más completa y precisa del estado real del paciente. En este sentido, los datos son una herramienta imprescindible para llegar a las conclusiones correctas.
La necesidad de recopilar diferentes métricas de composición corporal radica en lo imprescindible de conformar una imagen precisa de la cantidad de masa muscular, grasa, agua corporal y otras muchas variables que se desprenden del análisis profesional del estado de una persona. Los datos son la mejor herramienta que tenemos para rebatir los argumentos de quienes todavía se fijan en el peso como única métrica útil al evaluar el estado de salud de un paciente.
Otra razón importante para recopilar datos de composición corporal más allá de las que influyen en nuestra imagen hacia el exterior, es la utilidad de alcanzar una comprensión más profunda de la salud general de una persona. Por ejemplo, los datos pueden revelar si un paciente tiene una cantidad insuficiente de masa muscular o un exceso de grasa visceral, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes o las enfermedades del corazón. Gracias al análisis de estos valores, los profesionales pueden actuar en consecuencia y avanzar en la prevención y tratamiento de enfermedades, favoreciendo la promoción de una salud general.
A estas alturas es evidente que una simple medición del peso no es suficiente para proporcionar una imagen completa y precisa de la composición corporal, y es importante recopilar otras métricas para tener una imagen detallada de la salud y el bienestar de una persona. Al comprender los datos de composición corporal, las personas pueden tomar decisiones informadas sobre sus hábitos y prevenir enfermedades crónicas para mejorar su calidad de vida.
¿Cómo puedo medir mi composición corporal si no soy capaz de pesarme?
Muchas personas sufren una terrible aversión a las básculas y a las mediciones corporales en general. La situación empeora si el paciente tiene la mala suerte de haber sufrido o sigue luchando contra un TCA.
Afortunadamente, la tecnología de la que disponemos en la actualidad permite que los profesionales de la salud realicen las mediciones necesarias con diferentes técnicas y herramientas que pueden mejorar la comodidad del usuario.
También es de gran utilidad buscar a un profesional especializado o uno con el que te sientas cómode al transmitirle tu situación. Huye de cualquiera que te marque dietas enfocadas a perder peso rápidamente, pues sólo conseguirás castigar tu cuerpo y sentirte frustrade cuando, al terminar el régimen, recuperes esos kilos que tanto te esforzaste en perder.
Métodos alternativos para evaluar tu composición corporal
- Smart devices: Los dispositivos inteligentes, como las pulseras de actividad, los relojes inteligentes y los rastreadores de fitness, pueden ayudarte a medir tu composición corporal. Estos dispositivos utilizan tecnología de sensores para medir diferentes variables fisiológicas, como la frecuencia cardíaca, el nivel de actividad, la calidad del sueño, la temperatura corporal y la saturación de oxígeno en sangre. A partir de estos datos, estos dispositivos pueden estimar tu porcentaje de grasa corporal y masa muscular. Es importante tener en cuenta que estos dispositivos no son tan precisos como otros métodos de medición, pero pueden darte una idea aproximada de tu composición corporal.
- Absorciometría con rayos X de doble energía: La absorciometría con rayos X de doble energía, también conocida como DXA, es un método preciso para medir la composición corporal. Este método utiliza dosis bajas de radiación para medir la densidad ósea, la masa muscular y la grasa corporal. Este método es muy preciso y se utiliza a menudo en estudios de investigación y en clínicas especializadas. Sin embargo, es un método muy costoso y no está al alcance de todos.
- Dispositivos de bioimpedancia: Los dispositivos de bioimpedancia son una forma precisa de medir la composición corporal. Estos dispositivos utilizan una pequeña corriente eléctrica para medir la resistencia del tejido corporal. A partir de esta resistencia, el dispositivo puede calcular la masa muscular y la grasa corporal. Los dispositivos de bioimpedancia están disponibles en muchos gimnasios, centros de salud y clínicas, y también se pueden comprar para uso personal. Es importante tener en cuenta que la precisión de estos dispositivos puede variar, dependiendo de la calidad del dispositivo y de cómo se utilice. Además, los resultados pueden verse afectados por la hidratación y la ingesta de alimentos antes de la medición.
De todas formas, es muy probable que tengas que pesarte en ciertas fases de tu tratamiento para que tu profesional de confianza pueda pueda tener en cuenta esta variable junto con muchas otras.
Te recomendamos que expreses tus miedos y sensaciones abiertamente a la persona que te guía en este proceso para que juntos podáis llegar a encontrar una forma de subirte a la báscula que resulte lo menos traumática posible.
Recuerda, tu peso no te define como individuo.
Recursos para comenzar una relación sana con tu cuerpo
Construir una relación sana con tu cuerpo puede ser un proceso desafiante, especialmente si esto ha llegado a impactar en tu salud mental.
Una vez reconocido el problema, lo mejor que puedes hacer es ponerte en manos de profesionales que te ayuden a querer tu cuerpo y te guíen en el camino que lleva a la autoaceptación.
Pese a que pueda parecer una tarea difícil o incluso imposible, hay ciertos recursos que pueden hacer que el proceso sea más constructivo y ameno
- Terapia: Si sientes que la ansiedad o la baja autoestima están presentes en cada juicio que emites sobre tu tu cuerpo, considera solicitar la ayuda de un terapeuta profesional. Él o ella podrá trabajar contigo para identificar los patrones de pensamiento negativos y ayudarte a desarrollar estrategias para cambiarlos.
- Consulta a un especialista de la nutrición: Desde una muy temprana edad, nos hemos visto expuestos a una enorme desinformación en temas relacionados con la comida. Una charla con un especialista, te ayudará a desechar falsas creencias y a entender cómo funcionan realmente nuestros cuerpos. Esto te servirá para disponer de información veraz para que no vuelvas a perder ni un segundo planteándote comprar un batido milagro o empezar la dieta de…la zanahoria por ejemplo.
- Yoga y meditación: El yoga y la meditación son prácticas excelentes para fomentar la conexión mente-cuerpo y reducir el estrés. Algunas personas también encuentran que estas prácticas les ayudan a sentirse más cómodas y seguras en sus cuerpos.
- Comunidad: Busca grupos de apoyo o comunidades en línea que compartan tus objetivos y valores en relación a la imagen corporal. Es posible que puedas conectarte con personas que están pasando por experiencias similares y encontrar apoyo y aliento en el camino hacia una relación más positiva con tu cuerpo.
El papel de los creadores de contenido en la lucha contra un TCA
Te recomendamos que analices muy detalladamente el contenido que consumes, tanto en redes sociales e internet como en la propia televisión, las revistas o la publicidad en general.
Al igual que a un individuo cualquiera le puede generar tristeza ver continuamente vidas perfectas y repletas de lujos en redes o televisión, recibir constantes imágenes de cuerpos normativos, mensajes de gente que te invita a criminalizar cada caloría o “expertos” que dicen saber mejor que nadie lo que te conviene para tener un cuerpo “mejor”, constituye un hábito que no hará más que poner piedras en el camino de la verdadera salud.
Hay muchas cuentas y comunicadores que difundiendo desinformación sin preocuparse lo más mínimo del impacto que tienen estos mensajes en las vidas de muchas personas. Aunque no llegues a creer o aplicar lo que dicen estos vendehúmos, tener presente ese contenido constantemente puede perjudicarte enormemente.
Una vez tengas claro que los cuerpos ideales también son cuerpos idealizados y en la mayoría de los casos incluso irreales, podrás llegar a ignorar esos inputs que en otro momento eran capaces de estropear tu día. Mientras no llegues a ese punto, te recomendamos que intentes eliminar o limitar tu consumo de este tipo de mensajes.
Pero no todo es malo en el mundo de la comunicación. También hay gente fantástica que crea contenido enfocado a ayudar y empoderar a cualquiera que se sienta violentado o discriminado por su cuerpo. A veces creemos que somos los únicos que sufrimos ciertas circunstancias, pero basta poner un poco de atención a nuestro alrededor para descubrir que no estamos sólos. Una vez te sientes arropado, validado y comprendido, el camino se hace mucho más ameno.
Desde aquí te recomendamos las cuentas de Mara Jiménez (@croquetamente) enfocada en construir una buena relación con tu cuerpo y la comida, La Pili (@lapili_), una artista que, a parte de otras muchas cosas, también reivindica la aceptación del propio cuerpo sea más o menos normativo, o échale un vistazo a la web de Proyecto Princesas (www.proyectoprincesas.com), un proyecto lleno de amor y trabajo que aporta muchísimos recursos a cualquiera que esté pasando un mal momento relacionado con la propiocepción y la comida. También puedes encontrar una fantástica aliada en Cris Hurtado (@crisfit.es), una mujer dispuesta a tumbar los mitos y el postureo impostado tanto en el sector fitness como en otros aspectos de la vida.