Los orígenes del entrenamiento funcional
El «entrenamiento funcional» tiene sus raíces en la rehabilitación. La idea es que las intervenciones estén diseñadas para incorporar prácticas específicas de tareas y contextos en áreas significativas para cada paciente, con un objetivo general de la independencia funcional.
Características del entrenamiento funcional
Los ejercicios que imitan lo que hacen los pacientes en casa o en el trabajo pueden incluirse en el tratamiento para ayudarlos a regresar a sus vidas o trabajos después de una lesión o cirugía mediante un entrenamiento funcional. Por lo tanto, si el trabajo de un paciente requiere levantar objetos pesados repetidamente, la rehabilitación y entrenamiento de fuerza estarían dirigidos hacia el levantamiento de objetos pesados, si el paciente fuera padre de niños pequeños, se orientaría hacia el levantamiento moderado y la resistencia, y si el paciente fuera un corredor de maratón, el entrenamiento estaría dirigido a reconstruir la resistencia. Sin embargo, los tratamientos se diseñan después de una cuidadosa consideración del estado del paciente, lo que le gustaría lograr y garantizar que los objetivos del tratamiento sean realistas y alcanzables.
Entrenamiento funcional en rehabilitación
En rehabilitación, el entrenamiento no necesariamente tiene que involucrar actividades de carga de peso o entrenamiento de fuerza, pero puede enfocarse en cualquier tarea o combinación de tareas con las que un paciente está teniendo dificultades. El entrenamiento del equilibrio, por ejemplo, a menudo se incorpora al plan de tratamiento de un paciente si se ha deteriorado después de una lesión.
¿Qué diferencias hay respecto al entrenamiento convencional?
La gran crítica al «entrenamiento convencional» es que la mayoría de las instalaciones de acondicionamiento físico tienen una variedad de máquinas de entrenamiento de fuerza con pesas que se enfocan y aíslan músculos específicos. Como resultado, los movimientos no guardan necesariamente ninguna relación con los movimientos que realizan las personas en sus actividades habituales o deportivas.
Entonces, parece que el entrenamiento de fuerza en máquinas que aíslen no es funcional, y entrenar movimientos sí, ¿verdad?
Pues no, no exactamente.
El entrenamiento funcional según las ciencias del ejercicio
El entrenamiento es el proceso estructurado y sistemático con objetivo de mejora. Funcional significa que está diseñado para que cumpla una función. El entrenamiento (ya hablemos de entrenamiento de fuerza o de cualquier otra modalidad), si no cumple su función (mejora) no es entrenamiento.
«Entrenamiento funcional» debería ser una redundancia. Así pues, ¿a qué nos referimos?
En las ciencias del ejercicio, nos referimos a «funcional» en el «para qué».
- ¿Para qué haces Curl de Bíceps?
Para mejorar mi habilidad de hacer dominadas (función de rendimiento).
Para que crezcan y luzcan mejor (función estructural).
La implicación de un material u otro no determina la funcionalidad, ni la implicación de más o menos articulaciones y planos: la activación analítica del flexor del dedo gordo del pie mejora la función de la carrera, y no puede haber algo más aislado, analítico y pequeño.
¿Qué es la fuerza funcional? ¿Y el entrenamiento funcional de fuerza?
La fuerza funcional, o entrenamiento funcional de fuerza son conceptos que carecen de sentido. Esto surge principalmente de la mala utilización del concepto “funcionalidad”. ¿Qué es el entrenamiento funcional? ¿El que funciona? ¿Si existe algún entrenamiento que no funcione, se le podría llamar entrenamiento?
Lo que sí podemos es tratar de entender a que se refiere esta expresión no científica de “fuerza funcional”. Esto sería la aplicación óptima de fuerza para la realización de tareas, movimientos y actividades que tienen aplicación en la vida real de la gente. Como por ejemplo:
- Cargar las maletas en el maletero del coche.
- Levantar cajas durante una mudanza.
- Llevar las bolsas de la compra durante un largo camino.
Sin embargo, el concepto “Entrenamiento funcional de fuerza”, no tiene encaje alguno y por lo tanto deberíamos olvidarlo.
La transferencia de movimientos y su relación con las fuerzas
Si bien es cierto que parece buena idea pensar en movimientos, el control motor no funciona así, ya que este responde a la fuerza. Es decir, lo que genera transferencia no es tanto el escenario cinemático (descripción del movimiento) si no más bien el escenario dinámico (fuerza que interviene).
En aras del «entrenamiento funcional» y de dicha transferencia durante el entrenamiento de fuerza, muchos entrenadores aplican el mismo movimiento deportivo con resistencias. Si bien eso puede ayudar puntualmente, se corre el riesgo de modificar el programa motor de dicha habilidad con un nuevo escenario de fuerza, y por lo tanto, empeorar el rendimiento cuando dicho escenario sea el real.
Así que no, imitar un gesto específico deportivo con resistencias no es «funcional».
Orientación funcional VS orientación estructural
El consenso en el ámbito del entrenamiento viene, como ya hemos dicho, en el «para qué», y se suele considerar que se tiene una orientación «funcional» cuando nos preocupamos de la coordinación intramuscular (sincronización y secuenciación de unidades motoras) y de la coordinación intermuscular (sinergias agonistas, estabilizadoras y coordinación con los antagonistas), y en cambio se considera que se tiene una orientación «estructural» cuando nos preocupamos más de la hipertrofia.
Equipos de entrenamiento especializados en el entrenamiento de fuerza
Dentro de las denominadas máquinas multifunción orientadas al entrenamiento de fuerza y potencia existen marcas como Keiser, que se centra en ofrecer como valor diferencial una tecnología que ya usan el 80% de los atletas de élite de EE.UU.
El buque insignia de su línea neumática es la Keiser Infinity Functional Trainer, una máquina de alta complejidad que permite el entrenamiento de todos los grupos musculares, con los beneficios de la tecnología neumática (bajo impacto en las articulaciones, cero inercia, cambios de peso con la simple pulsación de un botón, etc).
Los beneficios del entrenamiento: más allá de cualquier definición
Pese a todo, siempre que se entrena hay mejoras funcionales y estructurales, por lo que definir que o sucede una o sucede la otra es una visión sesgada de la realidad.
Ahora que ya hemos establecido que una máquina también puede ser «funcional», ¿crees que estás llevando a cabo sesiones de «entrenamiento funcional»?